Es el S. XXII, la humanidad comienza la colonización espacial, entre las colonias existentes se encuentra Antilia, ésta colonia es la más alejada de júpiter por lo que sus habitantes son denominados Enders.
La industria militar terrestre descubre en Júpiter un nuevo mineral al que se le denomina Metatron. Gracias a este mineral y a sus extraordinarias propiedades se puede viajar a gran velocidad por el espacio o dotar de potencia devastadora al armamento existente.
Con este material en nuestras manos, los ingenieros logran crean los mechas, robots de tamaño descomunal, a los que se les denomina Orbital Frames. Estos robots, cunducidos por humanos entrenados, pueden explorar grandes superficies en cuestión de segundos y gracias a su armamento, asegurar las zonas para la construcción de colonias.
En el año 2172, dos modelos experimentales de Orbital Frames, Jehuty y Anubis, son secretamente transportados hasta la base de las naciones unidas espaciales (NUSP). La fuerza paramilitar conocida como ZOE ataca esta base para conseguir los dos Orbital Frames.
Mientras los ZOE atacan la base, Leo Stenbuck y tres de sus amigos estan dentro de la base jugando. Leo ve como hacen prisioneros a sus amigos y posteriormente ve como mueren aplastados por los restos de un orbital frame. Leo huye con sed de venganza, en su huida entra en una nave de la base y tras salir volando por la honda expansiva de una explosión, cae frente a Jehuty y se introduce en su cabina para esconderse de todos los ataques que están ocurriendo e involuntariamente activa al orbital. Tras destruir a orbital que le seguía, el sistema operativo de Jehuty, ADA, le explica la situación al igual que se la explica Elena Weinberg, coordinadora de NUSP en Júpiter, la cual nos invitará a unirnos a su causa y defender a los Enders del ataque terrorista provocado por Viola entre otros. Leo culminará la venganza destruyendo al orbital de Viola con ella dentro, pero tras su venganza, tendrá un encuentro con Anubis, conducido por Nohman, líder de la fuerza terrorista BRAHAM, que demostrará la superioridad de Anubis. Tras el primer encuentro con Anubis, Leo logra llevar sano y salvo a Jehuty a la flota Space Force de NUSP.
El juego gráficamente es sobresaliente para su época, superado por su segunda parte, con escenarios amplios y efectos impresionantes. Tendremos un arma principal que si estamos peleando cuerpo a cuerpo es como si blandiéramos una espada y para ataques más lejanos es un arma estilo rifle. También tendremos varias armas secundarias, ataques de misiles y otro con bola de energía, al estilo Goku. La banda sonora es de las mejores que he escuchado y todavía la melodía principal no se me ha borrado de la mente. La trama nos enganchará de manera irremediable y hará que no podamos dejar de jugar hasta su sorprendente final.
Pasados unos añitos salió Zone of the Enders: The Second Runner.
Dingo Egret, es un minero que busca Metraton con su LEV en Calixto, una luna de Júpiter. Tras recibir la señal de una gran fuente de energía Metatron, se pone a buscarla. Su búsqueda le lleva a Jehuty, tras encontrarlo, Dingo se verá atacado por orbitals de BRAHAM que también buscaban a Jehuty. Herido grave y por ironías del destino se meterá en la cabina del orbital para salvarse del ataque, activando a ADA y así convertirse en el segundo humano que pilota a Jehuty. Lógicamente, nos convencerán para hacer fracasar los planes de BRAHAM y lograr destruir a Anubis y su piloto Nohman.
Este juego coge el mismo modo de juego de su anterior pero lo lleva a cotas mucho más altas. Mejora en todo en su anterior y la trama nos tendrá pegados a la pantalla.
Ya sólo me queda esperar a su remasterización para volver a vivir las aventuras de Leo y Dingo y perder la esperanza de poder jugar a una tercera parte de la saga
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