jueves, 26 de enero de 2012

God of War, Mitología griega sin censuras

Uno de las mejores sagas de juegos que nos dejó PS2 y a la que quiero hacer tributo hoy es God of War.
Cuando a la realización de un juego nuevo se le pone empeño, ilusión, un excelente buen hacer y una gran historia magníficamente contada sale y visualmente impactante sale una gran obra maestra que hace que una consola se venda como churros, eso es lo que consiguió Santa Monica Studio para Sony en PS2.
La épica historia de Kratos empieza con su suicidio, si, habéis leído bien. Kratos, harto de los engaños de los dioses se lanza desde el Monte del Destino destrozado por sus actos del pasado y mientras cae directo a su muerte en el mar Egeo, recuerda cómo ha llegado a esa situación.
Kratos, capitán invencible del ejército espartano, cae ante el ejército bárbaro pero con su último suspiro de vida hace un pacto con Ares, Dios de la guerra, con el cuál Kratos consigue vivir y ganar la batalla pero quedando a las órdenes de Ares y dotándole de unas espadas que están adheridas a sus brazos con unas cadenas, llevando ahora sus victorias a las manos del Dios. Ares ve cómo Kratos puede ser un rival invencible y para ello trama un cruel plan. Kratos cegado por su poder y sus ansias de conquista llega a un pueblo donde tras destruir el pueblo, entra en la última casa del lugar donde tras matar a sus habitantes sin miramientos, entre los gritos reconoce una voz familiar. Kratos acababa de matar a su propia familia. Tras quemar la casa, las cenizas de su esposa y de su hija se pegan a su piel para recordarle el resto de su vida lo que había llegado a hacer por poder, haciendo que su piel sea blanca para siempre, denominándole a partir de ese momento el fantasma de Esparta. También a partir de su último acto, Kratos clama al cielo venganza.
Para cumplir esa venganza, Kratos se alía con Atenea, que está siendo atacada por Ares, y ésta le promete que quitar la culpa que lleva encima. Para llevar a buen puerto su venganza, Kratos tiene que conseguir la Caja de Pandora, situada en un enorme templo edificado en las espaldas de Cronos, titán castigado a vagar por el desierto eternamente. Una vez conseguida la Caja de Pandora y vencer a Ares, la culpa de la muerte de su familia no es curada y por ello decide suicidarse.
Mientras cae en el olvido, Atenea salva a Kratos de las garras de la muerte y lo lleva al Monte Olimpo para convertirse en el nuevo Dios de la guerra.


Esta trama fue magistralmente llevada acabo por los estudios Santa Mónica con unos gráficos, en su día, de infarto. Un juego de acción con gran variedad de enemigos, todos sacados de la mitología griega, entre los cuales estaban las arpías, minotauros, cíclopes, etc... a los cuales se les podía rematar de una forma bestial y muy gore con Quick Time Events. La banda sonora épica nos metía de lleno en el juego y con una jugabilidad impresionante. Pero pronto este juego se quedó pequeño ya que su secuela lo superó en todo.
Los compañeros del Olimpo no aceptaron a Kratos que buscó consuelo en el liderazgo de su antiguo ejército espartano. Durante el saqueo en Rodas, Kratos es engañado por Zeus para que renuncie a sus poderes y una vez conseguido, Zeus le mata.
Pero en su caída al Hades, Kratos es salvado por Gaia, la madre de todos los titanes, y lo convence para que se una a ella y así ayudar a los titanes, antiguos gobernantes del mundo, en su venganza por la humillación que sufrieron a manos de los olímpicos en la Gran Guerra.
Para llevar a cabo ésta venganza, Kratos visita a las Hermanas del Destino, consiguiendo el telar de éstas para viajar en el tiempo,venciéndolas en batalla. Kratos viaja hasta el momento justo que es asesinado por Zeus. Con la Espada del Olimpo en sus manos logra herir a Zeus, pero en el momento en el que va a dar el golpe de gracia, Atenea aparece en escena y salvando a Zeus de su muerte recibiendo ella el golpe de muerte.
En sus últimas palabras, reveló el motivo del desprecio de Zeus por Kratos. El Fantasma de Esparta era hijo de Zeus y siempre había temido que Kratos sería el causante de la caída del Olimpo. Kratos, frustrado por no llevar a cabo su cometido y lleno de ira por su descubrimiento, vuelve al Hilo del Destino para viajar en el tiempo hasta la Gran Guerra y ayudar así a los titanes a vencer a los olímpicos.
Este juego, como he dicho antes, mejoró en todo a su antecesor, haciendo la historia más épica si cabe con unos enemigos impresionantes y unos escenarios que llevaron el potencial de PS2 al límite, siendo para mí, los mejores gráficos vistos en la consola.


Y con la tercera parte y para terminar la trilogía, God of War III fue uno de los juegos más esperados de PS3.
Kratos, con la sensación de que los dioses han estado jugando con el, siendo la marioneta del Olimpo. Se une en la Gran Guerra a los titanes. A lomos de Gaia, sube por las laderas del Monte Olimpo para finalizar el antiguo ciclo que su padre temía y así acabar con el reinado de los olímpicos de una vez por todas.
Zeus está herido, Atenea y Ares están muertos, nadie puede detener la ira de Kratos. Tras vencer a Poseidón, dejando el planeta completamente inundado, y caer en el reino de Hades, Kratos conoce a Efesto, el cual quiere recuperar a su hija y punto débil del Olimpo. Para este cometido Kratos vence a Hades, consiguiendo llegar a la ciudad de Olimpia donde se enfrenta a Helios, Dios de la Luz, que tras su derrota, u dejando el planeta a oscuras, Kratos asciende por las Cadenas del Equilibrio venciendo a Hermes y llegando a un nuevo e inesperado enemigo, Heracles, hermano mayor de Kratos. Tras su derrota y ayudado por Afrodita y Efesto y lograr vencer a Cronos, toca otro épico enfrentamiento. Hera, madre del recién fallecido Heracles y Kratos y esposa de Zeus, pone las cosas difíciles a Kratos con un laberinto algo especial pero que Kratos supera aunque vuelve a caer en otro laberinto. El laberinto de Dédalo, construido por órdenes de Zeus, en el cual está el único punto débil del Olimpo. Una vez conseguido ya sólo queda un enfrentamiento, Zeus. Una épica batalla con un sólo final, Zeus cae a manos de su hijo, aunque este también esta mortalmente herido.


Con este último juego, final de una trilogía pero que aún así nos deja el final abierto, la saga tuvo un digno final pero no era lo esperado. Gráficamente apabullante y banda sonora impresionante e igual de épica que las anteriores pero que en cuestión de jugabilidad nos deja un tanto fríos. Aunque hayamos cambiado de consola con un potencial mucho mayor, y gráficamente se nota, no nos llega a sorprender y se nos hace corto, porque lo es. Esta parte no nos durará mucho ya que en 6 u 8 horas nos lo habremos ventilado. Juego imprescindible y sobresaliente pero en el que se puso demasiadas espectativas.
Y para terminar, PSP también tuvo su ración de Kratos. Para esta consola estan Chains of Olimpus y Ghost of Sparta. Dos historas que hacen de precuela de la trilogía donde Kratos intenta huir de sus pecados y se nos desvela la verdad tras muchos secretos que esconde la vida de Kratos. Dos juegos de excelente factura que ahora se pueden conseguir para jugarlos en HD en la PS3, para los amantes de la acción y seguidores de la saga.


Con esto mi tributo a una gran saga, de la cual se espera un nuevo juego con opciones multijugador. 

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